sábado, 26 de diciembre de 2009

Las invasiones Germánicas del s.II al s.V

Los godos eran un antiguo pueblo de Germania que desde el siglo III hasta el VI d.C. constituyó una importante potencia, coincidiendo con el periodo de crisis y desintegración del Imperio romano. El godo fue el primero de los pueblos germánicos en convertirse al cristianismo. De acuerdo con el historiador godo del siglo VI Jordanes, los godos procedían de la actual Suecia.




Las primeras invasiones que sufrió el Imperio romano tuvieron lugar entre los años 258 y 260. Esto fue posible porque las guerras civiles habían provocado el desguarnecimiento de las fronteras. Los bárbaros llegaron hasta las costas del Mediterráneo y Gibraltar y requisando barcos pasaron al N de África.



El siglo IV fue de tranquilidad. En el campo aparecieron nuevas villas, que se dedicaban a la explotación agrícola y sus yacimientos nos muestran el gran lujo con que vivían sus propietarios (algunas tenían agua corriente con cañerías de plomo). En el año 406 la crisis política rebrota con gran fuerza en el Imperio, las luchas por el poder provocan que las tropas comitatenses que guardaban el limes del río Rin se inhiban de su defensa y en la Noche Vieja de ese mismo año, aprovechando que las aguas del río estaban heladas, los suevos, alanos, vándalos asdingos y silingos traspasan las fronteras e invaden el Imperio.



En el año 409 la Galia estaba esquilmada, debido a las guerras civiles, mientras que la cosecha en España se presentaba ubérrima. Los jefes hispanos que defendían los pasos de los Pirineos fueron eliminados (Dídimo y Veriniano ajusticiados en Arles, mientras que Teodosiolo y Lagodio pudieron huir). Los comites del usurpador Máximo, que los sustituyeron, abandonaron los pasos. Los bárbaros por necesidades de subsistencia pasaron a la Península.



Los vándalos silingos se dirigieron hacia la Bética (V- Andalucía = tierra de vándalos) hasta que en el año 429 el Imperio mandó contra ellos a los visigodos, que los expulsaron hacia África, donde conquistaron Cartago y fundaron un reino que duraría un siglo, hasta que fueron eliminados por el Imperio bizantino (Belisario, general de Justiniano).



Los alanos, que se habían asentado en la Lusitania y parte de la Cartaginense, fueron derrotados y destruidos como poder político por los visigodos que actuaban como tropas federadas mandadas por Roma para restablecer la situación en Hispania.



Los vándalos asdingos se situaron en el N de Gallaecia hasta que en el año 433 fueron eliminados por los suevos.



Los suevos fundaron un reino en Gallaecia que perduró hasta el año 585, en que el rey suevo Andeca fue vencido en Braga y Oporto por Leovigildo.



La monarquía visigoda: El nacimiento de España



Los visigodos anduvieron errantes por las provincias litorales del Imperio hasta que Valia, fugitivo en la Bética, se vio obligado a firmar con el emperador Honorio en el año 416 un tratado de federación por el que se comprometía como aliado del Imperio a liberar Hispania de los pueblos germánicos. A cambio Roma les concedió un reino en la Narbonense (462), con capital en Toulouse. En el año 468, casi toda la Península, excepto el Sur, paso a formar parte de este reino. En el año 476, el rey ostrogodo Odoacro depone al último emperador Rómulo Augústulo y se proclama rey de Italia, con lo que los visigodos, ante el vacío de poder, se encontraron dueños de un reino que se extendía por la Provenza e Hispania.



Los francos y borgoñones derrotan a Eurico en la batalla de Vouillé en el año 507, por lo que la capital se traslada a Narbona. Este reino comprendía las tierras de la baja Provenza y Septimania, el valle el Ebro y la Meseta hasta el Tajo.



Nuevas luchas obligan a Amalarico a trasladar la capital del reino a Barcelona en el 526: se inicia con ello el reino visigodo de España. En el 531 se traslada la capital a Mérida. En el 554 la lucha contra suevos y béticos obliga Atanagildo a desplazar el centro de gravedad del reino a Toledo.



La evolución política de la Monarquía



Los visigodos fueron enviados a Hispania por el Imperio para restablecer el orden, por lo que en todo momento respetaron la propiedad, la organización administrativa y el Derecho romano. Formaron una superestructura política y militar que siempre se consideró heredera de Roma. Aportaron elementos de procedencia germánica, como la Monarquía electiva y el Derecho consuetudinario que, en principio, coexistieron con las instituciones romanas y luego se integraron en ellas.



La Monarquía visigoda llevó a cabo un proceso unificador en todos los aspectos: unidad territorial, unidad del poder político y jurídico, unas creencias comunes y fusión de godos e hispanos:



Leovigildo (573-586) derogó la ley que prohibía el matrimonio entre visigodos e hispanos y emprendió la tarea de unificación del territorio, venciendo a los suevos en el 585 y anexionándose su territorio. Realizó expediciones contra los vascones y fundó Victoriaco (Vitoria) para impedir los levantamientos.



Intentó la unidad religiosa, imponiendo el arrianismo como religión dominante, pero los hispanos de la Bética con la ayuda de los Bizantinos y de los suevos eligieron a su hijo Hermenegildo, duque de la Bética como líder y se rebelaron. Perdieron la guerra, y Hermenegildo fue condenado a muerte por alta traición (primer mártir de la Iglesia Española), pero se demostró que sin la colaboración de los hispanos era imposible gobernar España.



Su segundo hijo y sucesor Recaredo (586-601) así lo entendió y en el Tercer Concilio de Toledo, el 8 de mayo del 589, él y todo su pueblo abandonaron el arrianismo y aceptaron el catolicismo como religión oficial.



Suintila (621-631) expulsó a los bizantinos de sus últimos dominios, con lo que consiguió la unidad territorial.



Recesvinto (653-672) estableció un mismo código para ambos pueblos, el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo, con lo que se restableció la unidad jurídica en la Península. Este código estará vigente entre los cristianos durante toda la Edad Media. A su muerte el Reino de España era un Estado independiente y unificado.



Las instituciones



El Monarca era elegido por la Asamblea (Concilio o Thing) de los godos, en la que residía el poder del reino.



El Officium era una especie de gobierno compuesto de varios órganos de gestión, dirigidos por un comité o conde.



El Aula Regia era un consejo de carácter consultivo integrado por los magnates o alta nobleza. Terminó sustituyendo a la Asamblea de guerreros.



Los Concilios de Toledo, donde estaban representados los hispanos, también se ocuparon de cuestiones políticas.



El Palatium o Corte del rey, estaba compuesto por los fidelis regis o gardingos, que le habían jurado fidelidad, vivían en su casa y recibían protección y sustento. A veces eran recompensados con la concesión de tierras reales o beneficia convirtiéndose en comites o condes.



Los duques (dux, ducis) eran gobernadores de las provincias (ducados).



Los comes gobernaban un "territoria", es una unidad territorial subordinada a la provincia, el antiguo "municipio romano" es decir una comarca con una ciudad importante.



Los comites civitatum, eran designados para regir como jueces las ciudades.





Los visigodos pretendieron instaurar un Estado centralizado, continuador del poder romano, a cuya cabeza estaba la institución monárquica. El rey era el jefe supremo de la comunidad y tenía amplios poderes judiciales, legislativos, militares y administrativos. Para reforzar su prestigio, los reyes visigodos adoptaron los atributos y el ceremonial de los emperadores. El rito de la 'unción regia', que recibían de los obispos, les confería cierto carácter sagrado. Tradicionalmente se accedía al trono por elección dentro de un linaje. Diversos reyes intentaron hacerla hereditaria recurriendo al procedimiento de la 'asociación al trono', que aseguraba la sucesión dentro de la propia familia, pero finalmente se impuso el principio electivo (IV Concilio de Toledo, 633). Tanto los duques como los condes pertenecían a los escalones más altos de la nobleza y se erigieron en los grandes funcionarios de la administración territorial. Las grandes asambleas políticas del reino fueron el Aula Regia y los Concilios



Las guerras civiles en la España visigoda.



Los godos trajeron consigo los gérmenes de su fracaso: la guerra civil -provocada por el carácter electivo de la monarquía-. Fuerzas extranjeras intervinieron continuamente en éstas, sacando siempre algún provecho.



Los bizantinos prestan ayuda a Atanagildo (551-567) contra su rival Agila, pero se quedaron con el litoral mediterráneo y atlántico desde Alicante y Baleares hasta el Algarve. Sesenta años después los desalojo Suintila (621-631).



Los francos con su rey Dagoberto ayudaron a Sisenando contra Suintila, llegando a ocupar Zaragoza. Otra vez intervinieron los francos en favor de Paulo, duque de la Septimania, contra Wamba (672-680). La guerra civil fue constante a partir de estos momentos. Y cuando a partir del siglo VIII una facción, los de Áquila -descendiente de Paulo y de Vitiza- se opuso a Rodrigo (710-711) -descendiente de Vamba- aquéllos solicitaron la colaboración de los musulmanes que acababan de conquistar el Norte de África, y estos auxiliares musulmanes pasaron el estrecho y ayudaron a vencer a Rodrigo en la batalla de Guadalete (19-26 de Julio 711), convirtiéndose poco después de meros auxiliares en conquistadores. En realidad, Hispania no fue conquistada sino que Áquila y sus partidarios, ayudados por los judíos, capitularon el 11 de noviembre en Toledo ante Tariq, jefe guerrero de Musa ibn Nusayr, gobernador omeya de Cartago, y cedieron la corona al califa Al Walid de Damasco, cosa que no aceptaron los rodriguistas, originándose otra guerra civil que durará toda la Edad Media.



La cultura



El Reino de España siguió siendo, como durante el Bajo Imperio, un foco cultural de primer orden en Europa.



Se fundaron nuevos monasterios que prosiguieron la labor evangelizadora.



Las sedes episcopales organizaron escuelas y se convirtieron en focos de cultura.



San Isidoro, obispo de Sevilla, fue reconocido como el más sabio de su tiempo. Su obra "Las Etimologías" resume las ciencias y los conocimientos de la cultura clásica, fue traducida por Alfonso X el Sabio. También escribió una "Historia de los visigodos". En sus obras se recogen el "trivium" y el "cuadrivium", división de los estudios de la Antigüedad clásica y que pasó a la enseñanza durante la Edad Media.



El Arte



La arquitectura visigoda es fundamentalmente religiosa y sus iglesias se levantan en la etapa que va desde la abjuración de Recaredo en el 589, hasta la invasión de los árabes en el 711.



Son edificios de tamaño pequeño, de planta basilical o de cruz griega, con muros de piedra tallada y escasas ventanas. En ellos se utilizan como elementos constructivos el arco de herradura y la bóveda de cañón. La decoración está basada en motivos geométricos, flores estilizadas y, en algunos casos, figuraciones sobre temas bíblicos.



Los monumentos más representativos son la iglesia de San Juan de Baños en Palencia, mandada construir por Recesvinto en el 661, San Pedro de la Nave, Zamora, Santa Comba de Bande, en Orense y Quintanilla de las Viñas, en Burgos.



Los visigodos destacaron en el arte de la orfebrería de la que son una muestra valiosa el Tesoro de Guarrazar (Toledo) y la cruz votiva del Tesoro de Torredonjimeno (Jaén)



Cronología de los reyes godos del Reino de España





Reyes visigodos



Alarico I (395-415)



Ataúlfo (410-415)



Sigérico (415)



Reino de Tolosa



Walia (415-418)



Teodorico (418-451)



Turismundo (451-453)



Teodorico II (453-466)



Eurico (466-484)



Alarico II (484-507)



Gesaleico (507-510)



Reino de España



Amalarico 510-531



Teudis 531-548



Teudiselo 548-549



Agila 549-554



Atanagildo 554-567



Liuva I 567-572



Leovigildo 568-586

Recaredo I 586-601



Liuva II 601-603



Viterico 603-610



Gundemaro 610-612



Sisebuto 612-621



Recaredo II 621



Suintila 621-631



Sisenando 631-636



Chintila 636-639



Tulga 639-642



Chindasvinto 642-653



Recesvinto 649-672



Wamba 672-680



Ervigio 680-687



Égica 687-702



Vitiza 702-710



Rodrigo 710-711



Pelayo 718-737

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