sábado, 26 de diciembre de 2009

La sabiduría de las estaciones en la cultura Celta

Según los celtas, las estaciones se suceden en un ciclo que se repite una y otra vez, como una rueda que gira sin cesar. La energía del sol da vida y regula los ciclos de crecimiento, incluyendo las cosechas y los animales de los que dependen los seres humanos. Las fuerzas de la naturaleza controlan el destino de los hombres, por lo que es lógico pensar que hay un momento y una estación para cada cosa.




SAMHAIN (1 de noviembre)



Scél lemm duíb: dordaid dam, snigid gaim, ró-fáith sam. (Tengo noticias para ti: el venado hace sonar las campanas, el invierno deja caer su nieve, el verano terminó) IRLANDÉS, SIGLO VIII.



Samhain (final del verano)es un festival que se celebra entre finales de octubre y principios de noviembre. En Samhain se juega, se cuentan historias de héroes y se disfruta del último banquete antes del invierno. Las leyes cotidianas del mundo quedan en suspenso: los espíritus pueden volver almundo de los vivos y éstos, a su vez, pueden ir al reino delos muertos. Los celtas creen que Samhain sucede fuera del tiempo normal, lo que permite que los túmulos de las hadas abran sus puertas y que los seres humanos vivan aventuras extrañas y maravillosas. Las narraciones de estas hazañas reflejan los rituales de ese tiempo pasado en el que es constumbre invocar a seres míticos y ancestrales y en el que los espíritus tienen más poder que nunca. Según antiguos relatos, en esta época, la malévola raza de los monstruos de los Fomorians exige su tributo, dos tercios de toda la producción de Irlanda. Es también cuando Aillen Mac Midna lleva a cabo su asalto anual a Tara, la corte irlandesa, a la que prende fuego hasta que arde totalmente. El fuego era un elemanto esencial en Samhain. En la noche de Samhain había que tapar la chimenea de cada casa para que los espíritus no pudieran pasar por ellas a hacer daño a sus moradores. Así pues, Samhain no es solo un tiempo de festines y placer. Que dioses y héroes celtas tengan grandes dificultades para vencer a las fuerzas del mal hace de éste un tiempo adecuado a la reflexión.



IMBOLC (1-2 de febrero)



Gach ´re lá go maith Óm lá-sa amach Agus leath mo lae féining. (Todos los días siguientes serán hermosos a partir del presente, igual que la mitad de mi propio día.) LA PROMESA DE BRIGIT EN SU DÍA.



Imbolc (el momento de ordeñar) se celebra a principios de febrero, coincidiendo con el periodo en que las ovejas paren, momento que para los celtas supone prepararse una nueva temporada de cultivo. En granjas y lecherías era costumbre encender velas de la suerte. Las familias que decían ser descendientes de las hadas creían que si durante la festividad de Imbolc había en sus rebaños alguna res manchada, moteada, de orejas rojas o blanca, las hadas les serían propicias y su prosperidad quedaría garantizada, especialmente en las lecherías. En la tradición celta, la ferocidad de las puercas se convierte en símbolos propios de la guerra. Pero tambien tiene propiedades mágicas y vínculos con el Otro Mundo. Aún hoy día aparece una puerca negra en una antigua tradición que continúa en Gales, el día de Calan Gaeaf, a primeros de febrero. Al anochecer se encienden fogatas en las colinas, se tocan cuernos y se baila. La gente atraviesa corriendo el fuego y cada uno tira una piedra dentro. Cuando el fuego se apaga, todos escapan a casa huyendo del misterioso espíritu de Hwch ddu Cwta. Mientras se alejan rapidamente, se ponen a gritar el siguiente poema:"Que cada uno trate de llegar el primero y que la puerca negra se lleve al último". A la mañana siguiente hay que regresar, y quien encuentre la piedra que tiró al fuego tendrá un año próspero. Tras la difusión del cristianismo, la celebración de Imbolc se vinculó a la fiesta de santa Brígida, que ademas de proteger los cultivos y los animales de granja, puede controlar el clima. Sus poderes quedan demostrados en la historia de cómo un día Brígida tendió su colada en un rayo de luz que permaneció sólido hasta que las prendas se secaron. Se cree que el tiempo que haga en Imbolc presagia las condiciones meteorológicas que se producirám más adelante. Por ejemplo, en la isla de Man se cree que si hace buen tiempo en imbolc, habrá malas cosechas, y si hace mal tiempo, las cosechas serán abundantes. Ese tipo de paradojas constituyen una de las constantes más fascinantes de la sabiduría celta.



BELATAINE (1 de mayo)



Harddwas teg a´m anrhegai, Hylaw wr mawr hael yw´r Mai. Anfones ym iawn fwnai, Glas defyll glân mwyngyll Mai. (Una hermosa y próspera juventud me dió los obsequios, que gran hombre, útil y generoso, es mayo. Me envió la moneda de cambio adecuada, hojas verdes, puras, de las suaves avellanas de mayo.) DAFYDD AP GWILYM



El día de Calan Mai (1 de mayo) es la festividad de Bealtaine (fuego brillante). Es el inicio del verano, periodo que los poetas denominan "la estación más hermosa". En ese festival los celtas encendían grandes fogatas y paseaban entre ellas a sus reses mientras murmuraban conjuros para proteger a los animales de las enfermedades. Los fuegos de Bealtaine purgaban los últimos fríos del invierno y anticipaban la llegada del crecimiento, el calor y la luz. Las cenizas de esos fuegos se usaban como un hechizo poderoso contra enfermedades y problemas de salud. En Bealtaine desaparecen tambien las barreras entre el mundo de los espíritus y el de los humanos, aunque los espíritus de este tiempo son más amables que los de Samhain. En la imaginería típica de Bealtaine destaca la luz venciendo a las tinieblas. Ese tema se expresa, como sucede a menudo en la tradición celta, en términos de lucha entre opuestos. Gwynn ap Nudd (cuyo nombre hace referencia a la luz) era un rey del Otro Mundo que raptó a la prometida de Gwythyr ap Gwreidawl. Ambos condenados a luchar todos los años en Calan Mai hasta el fin del mundo, cuando el ganador obtendrá la mano de la doncella. Esta historia tiene una dimensión patética, pues todo será en vano: el día del fin del mundo el ganador no sobrevivirá y, así, no podrá gozar de los favores de ninguna dama.



LÚGHNASADH (1 de agosto)



Léighidh mi mo chorran sios, ´S an dias biadhchar fo mo ghlac, Togam suas mo shuil an aird, Tionndam air mo thriallas a´ghrian, Bho ´n airde ´n ear gu ruig an iar, Bho ´n airde tuath le gluasadh reidh, Gu fior chré na h-airde deas. (Apoyaré mi hoz, dado que la nutritiva espiga esta en mi mano, elevaré mis ojos a las alturas, rapidamente, giraré sobre mis talones hacia la derecha, mientras el sol viaja desde el cuarto otriental hacia el oeste, desde el cuarto del norte con un suave movimiento, al verdadero centro del cuadro del sur) CARMINA GADELICA



El festival de Lúghnasadh, a primeros de agosto, era el de la celebración de las cosechas. En tiempos cristianos se conoció con el nombre de Lammas, los festejos comenzaban dos semanas antes del día en sí y continuaban dos semanas despues. Eran momentos dedicados a las fiestas y la diversion. Se jugaba a muchas cosas, pero especialmente a juegos de pelota y a fidchell, una especie de ajedrez celta. Lúghnasadh es también la festividad del dios Lugh, intimamente vinculado al ciclo agrícola. Cuando el tirano Balor, rey de los Fomorians, se enteró de que el hijo de su hija le traería la muerte, encerró a la muchacha en una torre lejana. Pese a las precauciones nació un bebé al que llamaron Lugh y que años después se uniría a los Tuatha Dé Dannan (el pueblo d ela diosa Danu), una raza de guerreros divinos que luchaban contra Balor. Lugh, además de gran mago, era guerrero, arpista, poeta y artesano y fue el único que pudo vencer a Balor. Éste tenía un gran ojo rojo que destruía todo loque miraba, igual que el ardiente sol reseca los cultivos. El poder del ojo iba creciendo a medida que quitaba las siete vendas que lo cubrían. Con su mirada marchitaba, chamuscaba y finalmente incendiaba cuanto veía. Lugh apuntó con su honda alojo de Balor y disparó con tal fuerza que el ojo salió por la parte posterior de la cabeza, volviendo su fatal mirada a las tropas del tirano. Así fue como Lugh controló las fuerzas destructoras de la naturaleza, protegiendo las cosechas. Llegó a ser rey y la prosperidad volvió al reino tras un largo periodo de desolación.



EL CAMINO DE GWYDION



Igual que otras civilizacione santiguas, los celtas sabían que las estaciones de la tierra reflejaban ciertos movimientos del cielo. No solo veneraban al sol y a la luna sino tambien a las estrellas, a las que consideraban importantes deidades ancestrales y a veces denominaban la "corte de Donn" (el señor de los Muertos). De todos los hijos de Donn, el más poderoso fue el mago Gwydion, que hizo una mujer con flores para desposar a su hijo. Esa mujer asesinó a su marido. Entonces Gwydion, muy afligido, construyó un camino hacia el cielo para encontrar el hijo desaparecido. Ese camino era la Vía Láctea.

No hay comentarios: